martes, 20 de mayo de 2008

DESDE DENTRO DE MI ALMA.

Un triste poema de amor, tan solo eso puedo escribirte, como desearía crear los más grandiosos versos que describan tu belleza; pero… no puedo, la palabra escrita no basta para describirte ni alabarte por completo; el idioma no es tan vasto como para poder hacer justicia a tu belleza infinita, ni a tu corazón, ni a tu agradable sonrisa, ni a tus bellísimos ojos de miel y café, ni a tus perfumados cabellos castaños que resguardan la hermosura de tu espalda, ni que decir de tus carnosos labios de ébano, ni a tu suave piel morena que engalana todo tu magnífico cuerpo, ni a tu pequeño lunar que vive junto a tu boca y que incita a darte un beso de pasión eterna, ni tampoco basta para todo lo que tu alma encierra, tu bondad, tu eufórica alegría de niña virginal, ni a todos los bellos pensamientos de amistad que tu mente guarda; por eso, la poesía para tu ser no basta, puesto que ya tu misma eres un poema de belleza viva que Dios escribió, así que… gracias Dios mío, por permitirme conocer en vida a esta divina obra tuya, que es la Reina de mi vida y mi razón, la Reina de mi alma y de mi corazón, y aunque ella no crea en mis palabras, yo le daría mi vida con resignación, pues parece que en este momento, solo me importa hacerla feliz; estoy contento cuando ella es alegre, sufro cuando ella llora, y estoy triste cuando ella se enoja… ¿Por qué siento esto por ella?...

No hay comentarios: